Pues las tres cosas. Comenzaré por informarte porqué es necesario. El colesterol es una sustancia que se encuentra en nuestro organismo de manera natural para cumplir importantes funciones:
- Incide en el proceso de mielinización de las neuronas. Al producir un tipo de membrana que cubre las neuronas llamada mielina, la cual mejora el impulso nervioso y la conexión entre ellas.
- Es la materia prima para la formación de las hormonas sexuales testosterona, progesterona y estrógenos.
- Es precursor de los ácidos biliares, que son sustancias que forman parte de la bilis y que facilitan la digestión de los alimentos grasos.
Sin embargo el exceso de colesterol en la sangre puede causar la acumulación grasa en forma de placas en los vasos sanguíneos, las cuales pueden inflamarse y romperse, produciendo un coágulo que bloquea el flujo de sangre al corazón y puede causar un ataque, o si es una arteria que va hacia el cerebro, causar un derrame cerebral.
Colesterol bueno
Cuando hablamos de colesterol “bueno” nos referimos al colesterol HDL, que es transportado por la sangre a través de las lipoproteínas, desde el intestino o el hígado a los órganos que lo necesiten. Se caracteriza por recoger el colesterol no utilizado depositado en las placas de depósito arterial y devolverlo al hígado para su posterior eliminación.
Entre las grasas buenas están:
Monoinsaturadas: Que encontramos en el aceite de oliva virgen extra y en otros aceites vegetales o de semillas, así como en los frutos secos y aguacates.
Polinsaturadas: Que contienen omega3 y omega6. Esenciales para nuestro cuerpo se pueden obtener a través de la dieta al consumir pescado azul, frutos secos y algunos aceites vegetales.
Colesterol Malo
Así se llama al colesterol de baja densidad o LDL. Este tipo de colesterol se deposita en la pared de las arterias y tiende a formar las placas de “ateroma”, cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre.
Aunque este tipo de colesterol se ha llevado siempre la mala fama, los estudios dan mayor importancia en las enfermedades vasculares a los altos índices de triglicéridos. Estos provienen de los carbohidratos refinados, azúcar y fructosa. Además son los responsables del síndrome metabólico, es decir, hipertension, diabetes e hiperlipidemia.
Los especialistas de 8mets recomendamos una alimentación equilibrada, con una ingesta de grasas saturadas dentro de lo aconsejado, consumir una cantidad muy reducida de carbohidratos refinados para reducir los triglicéridos, y realizar ejercicio regularmente. Solo tienes que comunicarte con nosotros y estaremos contigo para lograrlo.