Intestino: ¿Por qué lo llaman el segundo cerebro?
Para funcionar bien el cerebro necesita información que le llega a través de nuestros oídos, ojos y piel, pero también del intestino que sabe qué comemos y cómo nos sentimos.
Cuando enfermamos, estamos emocionalmente más vulnerables y si tenemos mucha hambre, podemos estar bastante irritables. Según recientes estudios, la abundante flora bacteriana que habita en el sistema digestivo puede alterar nuestro estado de ánimo y comportamiento.