Después de superar un infarto, muchas personas se plantean un cambio importante en sus hábitos a fin de llevar una vida más saludable como por ejemplo dejar de fumar, mejorar su alimentación o abandonar la vida sedentaria. Sin embargo también temen hacer ejercicio físico por el esfuerzo que implica para un corazón que ha sufrido esta difícil situación.
“Me vuelvo a ratos para ver si acecha, escudriño lo oscuro,
trato de descubrir entre las sombras, su sombra vaga,
pienso en la angina; en mi edad viril; de los cuarenta
pasé hace dos años.”.
(Extracto del poema Es de Noche, En mi Estudio. Miguel de Unamuno)
Si para la época hubiese existido la Prueba de Esfuerzo,
A través de nuestros estudios metabólicos logramos conocer con exactitud la cantidad de calorías que utiliza tu metabolismo para mantenerse vivo y como las utiliza, información que nos permite diseñar una nutrición ajustada y real del gasto calórico para que puedas ir perdiendo peso de forma sana y saludable.
Esta información se puede obtener en reposo o en ejercicio.